Un nuevo sendero para el Perú

«La verdad no se determina mediante un voto de la mayoría» (Papa Benedicto XVI) Siendo este año el bicentenario de nuestra independencia, es en estas épocas donde nos preguntamos a través de la nostalgia ¿A qué punto a llegado nuestro país? ¿Y qué significamos para el resto del mundo?

Después de unos años totalmente nefastos para nuestra política peruana, en los cuales la corrupción, la muerte de muchos de nuestros compatriotas y los diversos problemas económicos que estamos sufriendo, entramos en el inicio de un nuevo periodo presidencial del Sr. Pedro Castillo por el partido de “Perú Libre”, también inicia una nueva etapa de incertidumbre en nuestra nación, con el inicio de una Izquierda renacida en el resentimiento social, y más fuerte que en otras épocas, vemos a la izquierda ya antigua pero sólida en sus ideas marxistas, que con una gran sutileza ha conseguido llegar al poder.

Al contrario de la izquierda “progresista” moderna, observamos el levantamiento de las ideas fundadoras el pensamiento leninista, marxista, maoísta, que en vez de haber desaparecido con el terrorismo que se vivió aquí en el Perú (entre 1980 y 2000) se vuelve a levantar para colocarse en el mandato de la presidencia, con la caída del grupo terrorista “Sendero Luminoso” inicio un periodo en el cual esa izquierda terrorista liderada por el infame Abimael Guzmán, sufriría una época de declive, las masas ya no se verían motivadas por las ideas de una “revolución armada contra el capitalismo” esto debido a que ya habrían experimentado en propia carne las trágicas consecuencias que traerían este tipo de pensamientos. La revolución “indígena” que planteaban estos pensadores marxistas, era el levantamiento de las masas campesinas contra un sistema opresor (como lo deja claro su fundador Marx) sin embargo al quedar desecha la idea “romántica” de una revolución comunista, se buscaría llegar al poder por medio de las herramientas de la política, todo esto lo podemos observar en el I Congreso Nacional de Izquierda Unida (enero de 1989) donde todas las agrupaciones de izquierda en el Perú se vieron unidas sobre el partido “Izquierda Unida” el cual buscaría nuevos horizontes para alcanzar el poder, por medio de la política y métodos democráticos, contrarios al pensamiento de Sendero Luminoso, pero aún habiendo sectores de este partido que no miraban con malos ojos a este grupo.

En la coyuntura actual que nos encontramos todo este pasado oscuro de la izquierda terrorista en nuestro país parece haber sido olvidada, debido a que actualmente en el Perú ha surgido un resentimiento más fuerte con la derecha peruana, ocasionado por el gobierno del ex presidente Alberto Fujimori (1990-2000) en el cual esta izquierda “renacida” encuentra un argumento importante para excusarse por sus decisiones y para proponer a un candidato con ideas comunistas como lo es Pedro Castillo, que usando la imagen política de una persona humilde, reivindicando el indigenismo a través de sus ideas socialistas, logra captar a muchas masas, como los emblemáticos personajes Evo Morales o Hugo Chávez, sin embargo estas no son más que estrategias políticas que sirven como telón para ocultar las verdaderas intenciones del presidente Pedro Castillo, en cual está ligado con grupos comunistas radicales defensores del terrorismo de Sendero Luminoso. Echemos un vistazo a su historia política: Pedro Castillo condujo una huelga magistral en 2017, dicha huelga fue organizada por el Conare del sindicato de maestros SUTEP, controlado por el partido político de “Patria Roja” (con ideas maoístas y abiertamente comunista), posteriormente crea Fenape que agrupa profesores del Conare, dicho grupo tiene entre sus filas a personas ligadas al Movadef (grupo defensor del terrorismo de sendero Luminoso, quienes piden la amnistía de Abimael Guzmán). El propio Pedro Castillo quien en sus pocos días de mandato coloco en el gobierno a personas ligadas con estos pensamientos de extrema izquierda de corte terrorista, como el Sr. Guido Bellido que fue nombrado como Presidente del Consejo de Ministros, quien fue investigado por apología al terrorismo en su entrevista de canal 31 “Inka visión noticias”, quien en otra entrevista para el “canal Latina” afirmo que “Hay que respetar las decisiones de los pueblos, por ejemplo del pueblo cubano (…), Desde mi punto de vista no hay dictadura en Cuba”, aseguró Guido Bellido, o el Sr. Bruno Pacheco designado como secretario general del despacho presidencial quien enfrenta denuncias policiales por violencia familiar, también podemos irnos al origen de partido político de Pedro Castillo por Perú Libre fundado por el Sr. Vladimir Cerrón Rojas, médico que estudio diez años en Cuba. Se declara Marxista leninista, con ideas extremas de izquierda, que reiteradas veces defendió el sistema de Cuba, podríamos seguir con los diversos personajes que están relacionados con Pedro Castillo, pero lo cierto es que sus propias palabras hablan por él, en su entrevista que tuvo en UCI con el periodista Diego Acuña, donde sus propias palabras dejaban expuesta su poca formación en economía, debido a que daba ejemplos errados de lo que es un “monopolio”, también mostraba sus planes económicos radicales de estatizar a la nación, por ejemplo: “La empresa minera debemos de revertirla(…)debe de cambiarse los contratos con respeto a la renta minera” Esto supone un gran problema para las minerías en el Perú, debido a que gran parte de la economía peruana gira en base a la minería, si esto se cortara entraríamos en una crisis económica fuerte para nuestra nación. Los ejemplos abundan, mostrando el lado peligroso de un gobierno presidido por Pedro Castillo.

¿Entonces porque votamos por Pedro Castillo? Lo cierto es que el resultado de estas elecciones no solo fueron el producto de un discurso planeado para atraer a las masas por parte de Pedro Castillo sino debido a la baja popularidad que generaba su adversario político la candidata Keiko Fujimori (hija de Alberto Fujimori) el voto anti-fujimorista termino siendo más fuerte, inclinando la balanza al candidato Pedro Castillo, todo esto sumado al discurso popular por parte de Perú Libre, consiguió que tengamos a un nuevo presidente con ideas de extrema izquierda y con representantes que hacen apología al terrorismo sanguinario y triste que nos tocó vivir años atrás.

Con todo esto podría concluir el triste momento que afronta nuestra nación, pero prefiero que sean los “historiadores” los que juzguen nuestro futuro, y deseo mantenerme fielmente orgulloso de mi nación, con la energía de continuar esta batalla que nos toca vivir a todos, y no veo esto como el final, sino como el inicio de una esperanza para mejorar como nación.