Por: Carlos Alonso Dávila Kahn
Actual estudiante del último año de la carrera de psicología de la Universidad de Piura-Sede Lima e interno de la Clínica Psicológica “Sonqo” de la misma universidad.
Actual estudiante de la escuela de psicoterapia “Existencia y Persona” de Lima-Perú y de la escuela “Arte y Psicodrama” de Argentina.
Egresado del Diplomado de argumentación para ideas del siglo XXI.
Actualmente uno de los temas más controversiales que yace presente en las conversaciones cotidianas, debates hasta en ámbitos profesionales es el tema del aborto.
Existen diversas aproximaciones que se acercan a ver al aborto como una solución ante situaciones controversiales, otras que lo ven como una manifestación de libertad de las mujeres, así como posturas contrarias que sustentan que considerar aplicar el aborto en cualquiera de las circunstancias es algo innegablemente equivocado y perjudicial para las dos vidas: la de la madre y la del bebé gestante.
El presente compendio muestra una posición a favor de las dos vidas, teniendo argumentos científicos básicos que sustentan no solo el hecho de que el aborto es una aberración, sino que también se complementará la defensa de la vida desde la postura o la visión de la Logoterapia y su aproximación o concepción de la persona humana.
Inicialmente, cuando se tratan temas en relación a la vida humana, se debe partir por un cuestionamiento inicial: ¿cuándo empieza a existir el ser humano?
Para responder esta pregunta clave, se debe tomar en cuenta diferentes puntos de vista sustentados en argumentos científicos como el de la biología, la genética y metafísica.
Partiendo por la genética, es prudente considerar que desde el momento “0” el embrión posee, normalmente, un cariotipo de 46 cromosomas completos que reafirma su pertenencia a nuestra especie; en estos 46 cromosomas completos ya podemos encontrar todos los genes del nuevo individuo, siendo la formación genómica de este diferente a la que presentan los cromosomas de los progenitores (Laje, 2021).
En cuanto a la biología y la teoría celular, se afirma que la mínima unidad de vida es una célula, asimismo toda célula proviene de otra célula de la misma especie; consecuente con ello la primera célula embrionaria está viva y es parte de la especie humana, ya que se desarrolla. Además proviene de la singamia (fusión de los núcleos de los gametos) y es totipotente: que es capaz de desarrollar un individuo completo (Laje, 2021).
Asimismo, Laje (2021) menciona que para la metafísica el desarrollo de una potencia presupone la esencia de la cual se desarrolla, quiere decir que eso que se desarrolla como ser humano desde el momento primero, tiene que tener la esencia del ser humano.
De manera complementaria los postulados desde la visión de la Logoterapia, fundada por el psiquiatra Viktor Frankl se adjuntan a lo expuesto, particularmente se mencionan cinco de sus diez tesis sobre la persona.
Para Frankl (2002) primero la persona es un individuo, no admite partición, no se puede subdividir porque es una unidad. Como segunda tesis, ella no solo es individuo, sino que es insumable, lo cual refiere a que así como no se puede partir o subdivir, tampoco se puede agregar; es unidad y a la vez totalidad. Como tercer postulado, se presenta que la persona es absolutamente un ser nuevo. La cuarta posición menciona que la persona es espiritual, entendiéndose como que la persona espiritual se haya en contraposición heurística y facultativa con el organismo psicofísico. Respecto a este punto se debe especificar con las palabras del mismo autor que: “el organismo es la totalidad de los órganos, es decir de los instrumentos, en ese sentido constituye un medio para un fin y como tal tiene cierto valor utilitario. Siendo el concepto opuesto al de valor utilitario es el concepto de dignidad; pero la dignidad pertenece solo a la persona, le corresponde naturalmente, independientemente de toda utilidad social o vital. Quien sabe de la dignidad de cada persona, también tiene absoluto respeto ante la persona humana” (Frankl, 2002).
Por último Frankl (2002) manifiesta que la persona no es solo unidad y totalidad en si misma, sino que la persona brinda unidad y totalidad: parte de su naturaleza es que presenta la unidad físico, psíquico y espiritual y la totalidad representada por ser un ser humano. Por consecuencia, el ser humano representa un punto de interacción en tres niveles de existencia: entre lo físico, psíquico y espiritual.
Tomando en cuenta los argumentos de las diferentes vertientes científicas y la visión del psiquiatra austriaco, se puede contemplar una serie de razones que invitan a entender a la persona, a valorarla, a respetarla por quien es. Por ello, se defiende la posición de que ante una controversial propuesta del aborto, no solo se debe de tener en cuenta que hay dos vidas por las que se abre el debate por uno (el bebé) u otra (la madre). Se habla de que ambas vidas son valiosas inherentemente por las características mencionadas. Asimismo, en el caso una mujer decida abortar se tiene que tener en cuenta dos cosas; el que se va a terminar eligiendo por eliminar una vida humana y las nefastas consecuencias a su salud física y mental que puede presentar la mujer quien gesta, pero no se tocará ese apartado en el presente compendio.
Como comentario final se entiende que el ser humano en gestación es per se un ser humano, al igual que la mujer en quien se gesta dicho bebé; ambos son seres humanos, con el mismo valor y dignidad, por lo que dejar de lado o sobreponer la importancia de una por otra sería nada más que un garrafal error o muy equivocada postura que traería consigo adversas y negativas consecuencias.
Bibliografía:
Frankl, V. (2002). La voluntad de sentido: conferencias escogidas sobre logoterapia. Edición: España.
Laje. (2021, Febrero 21). Debate: Agustín Laje vs. Gloria Álvarez. Youtube. https://www.youtube.com/watch?v=uRkKeXxFKlM