Por: Mtra. Paulina Orea Michel
Casada con José de Jesús Gómez Espejel. 6 hijos.
– Lic. En Ciencias y Técnicas de la Comunicación (1984-1987). UNIIVA. Mención Honorífica por Mejor promedio de la Carrera.
– Maestría en Ciencias de la Familia (2008-2010). INSTITUTIO SUPERIOR DE ETUDIOS PARA LA FAMILIA, Juan Pablo II. Mención Honorífica por mejor promedio de la Maestría.
– Diplomado en Matrimonio y Familia. UNIVERSIDAD PANAMERICANA (2006-2007). Mención honorífica y representante de la Generación.
– Curso Francés Total. UNIVERSITÉ CATHOLIQUE D´ ANGERS, FRANCE (1982). ÉCOLE INTERNATIONALE DE LANGUE ET CIVILISATION FRANÇAISES.
– Graduada en Diploma Paris. ALIANZA FRANCESA DE GUADALAJARA (1983).
– Diplomado Desarrollo de la Vocación de Padres. INSTITUTO DE EDUCACIÓN FAMILIAR (1993).
– Curso Semi-presencial de Derecho Matrimonial Canónico. UNIVERSIDAD PANAMERICANA CAMPUS GUADALAJARA Y UNIVERSIDAD DE NAVARRA, ESPAÑA (2017).
– Programa de Administración Profesional del Hogar. INSTITUTO DE CAPACITACION DE MANDOS INTERMEDIOS (ICAMI, 1997-1998).
– Programa-Curso Psicología del Adolescente. INSTITUTO DE EDUCACIÓN FAMILIAR (2003-2004).
– Taller de Comunicación Conyugal “Re-dialogando el Amor” del Dr. Adrián Cano Prous, catedrático de la Universidad de Navarra, España. UNIVERSIDAD PANAMERICANA, CAMPUS GUADALAJARA (2012).
– Diplomado en Acompañamiento Matrimonial y Derecho Matrimonial Canónico. INSTITUTO SUPERIOR DE ESTUDIOS PARA LA FAMILIA (ISEF) en coordinación con el TRIBUNAL ECLESIÁSTICO DE LA ARQUIDIÓCESIS DE GUADALAJARA. (De Noviembre 2019 a Julio 2021).
– Diplomado Argumentación para las Ideas del Siglo XXI. INSTITUTO DE INVESTIGACIÓN SOCIAL SOLIDARIDAD. UNI-CERVANTES, COLOMBIA. (Febrero a Julio 2021).
– Profesora de Ciencias de la Comunicación en Preparatoria. CENTRO ESCOLAR LOS ALTOS (1991-1996).
– Coordinación de la Acreditación en Matrimonio y Familia. LA UNIVERSIDAD PANAMERICANA, CAMPUS GUADALAJARA (2007 a 2019).
– Miembro fundador de la Alianza Fuerza de Opinión Pública (1993).
– Presidente de Mujer es Poder, A.C. ASOCIACIÓN CIVIL DEDICADA A PROMOVER LOS DERECHOS, OBLIGACIONES Y DIGNIDAD DE LA MUJER EN LOS DIVERSOS ÁMBITOS DE LA SOCIEDAD Y VINCULARLOS A SU INSUSTITUIBLE PAPEL EN LA FAMILIA.
– Invitada como conferencista y maestra en el programa de formación para seminaristas del Seminario Mayor de Guadalajara, de la Arquidiócesis de Guadalajara.
– Directora de la Jornada Estatal para la Mujer, con el Fondo Nacional de la Empresa Social (FONAES), PARA PROMOVER EL EMPLEO Y LA SUPERACIÓN DE LAS MUJERES DE MUNICIPIOS VULNERABLES DEL ESTADO DE JALISCO (2005, 2006, 2007, 2008).
– Coordinadora del Consejo de Red Familia, Capítulo Jalisco (2000 al 2014).
– Miembro del Consejo Nacional para la Familia. COALICIÓN CIUDADANA QUE REPRESENTA A LAS ASOCIACIONES CIVILES QUE TRABAJAN EN DEFENSA DE LA VIDA HUMANA Y LA FAMILIA (Desde 2000).
– Dirección y conducción del programa radiofónico “SerFamilia” (2002-2005).
– Directora y Conferencista del Curso de Liderazgo Social, en coordinación con la Secretaría de Desarrollo Social (2004, 2005, 2006, 2007).
– Autora y Directora del Curso para Madres de Familia “La Mujer del Tercer Milenio” (1999-2000), con mujeres líderes de diversas zonas de la ciudad de Guadalajara.
– Autora y catedrática del Curso “Sexualidad Humana para los Desafíos de Hoy” en la Universidad Panamericana y en diversos colegios de Guadalajara, así como los centros de formación de líderes de los movimientos de familia.
– Autora y catedrática del Curso de Bioética “Bioética, el valor de cada vida humana”. UNIVERSIDAD PANAMERICANA, CAMPUS GUADALAJARA.
– Autora y conductora del Seminario “El Poder del Matrimonio” con el Dr. Javier Escrivá Ivars, catedrático de la Universidad de Navarra, España. UNIVERSIDAD PANAMERICANA, CAMPUS GUADALAJARA (2017).
– Maestra en Sexualidad Humana para el grupo de asesores de Valora Radio AC. (Actualmente impartiendo el curso -enero a mayo 2021).
– Maestra y colaboradora del equipo de PAIPID (Proyecto de Atención Integral a la Persona Inmunodeprimida).
– Maestra y asesora de Red de Enfermeras del ISSSTE en Guadalajara.
– Conferencista en varios Estados de la República Mexicana.
El contexto en que se debate el derecho a la vida de todo ser humano concebido; maquillado por un lenguaje inexacto, dolosamente manipulado, pobre y ambiguo, pretende conducirnos como sociedad a la deriva del vacío existencial. Porque, si no tiene valor una vida (la del no nacido)…¿por qué lo va a tener la otra? (la del que decide arrebatársela y trabaja la ley positiva por el aborto provocado)…
Existe todo un aparato político, económico y mediático con un sesgo ideológico que insiste en que lo “correcto” es optar por la cultura de la muerte, que se ensaña contra los no nacidos.
Esta exposición de motivos y hechos alrededor de las consecuencias de un aborto provocado, pretende evidenciar, resumidamente, la falta de lógica que se oculta detrás de toda esta maquinación abortista.
No haya cultura, sociedad ni condición en la que quepa la justificación del aborto inducido; del que se ha cosechado, hasta hoy por siempre, solo dolor y amargura para quienes pasan por esta penosa experiencia, al haber creído que solucionarían sus problemas con la eliminación de la vida de un hijo que, a pesar de haber sido muy corto su paso por la vida, ha dejado una huella profunda de eternidad.
Las reacciones de cualquier mujer al descubrir que ha concebido son variables. Puede experimentar sorpresa, alegría, preocupación, miedo, frustración, enfado o incluso rabia o una mezcla ambivalente de varios sentimientos. El embarazo es siempre un acontecimiento novedoso que requiere un esfuerzo adaptativo del organismo y mente de la madre. El embarazo deja huella en el cerebro.
La supervivencia de las especies exige proteger la gestación como el proceso más armónico y preciso de toda la naturaleza; que supone la eliminación de consecuencias del estrés (cortisol); hace que la progesterona del cerebro sintetice la oxitocina, conocida como la hormona de la confianza, que predispone a la madre al cuidado del hijo.
Con el embarazo, se genera el vínculo de apego más fuerte que existe de un ser viviente hacia otro.
Las vivencias del parto, la lactancia y la visión o la audición del hijo, sus sonrisas o sus llantos, refuerzan todo aquello que naturalmente el embarazo aporta a la mujer gestante. Estas experiencias naturales, con la intensidad de carga emocional que las define, modifican espontáneamente la memoria emocional, como ninguna otra experiencia es capaz de hacerlo. El hipocampo que procesa esa memoria no es igual antes que después de la gestación.
El mensaje de comunicación interactivo con el que la madre empieza a responder su hijo, antes incluso de que éste llegue a anidar en su útero, se graban en su cerebro. Sobre esta condición cada mujer escribe en las propias neuronas sus tensiones, miedos, esperanzas, deseos; generando bien la acogida amorosa, bien una aceptación fría, o bien el rechazo.
El cuerpo no miente. Lo que ocurre en él con carga emocional fuerte es recogido en el cerebro, de acuerdo con las hormonas y factores liberados en él. El diálogo de neuronas concluye con el sentido psico-biológico con que se percibe la noticia de la gestación y es evaluada positivamente; mientras que su fin espontáneo y violento antes de que el hijo llegue a término, es evaluado -biológicamente- como negativo y traumático. Ante esto, los sistemas de defensa pueden ir desde el mecanismo primitivo de negación, hasta la grave afectación de la salud mental de la madre. Todo ese conjunto de ideas y emociones, soledades y miedos, configuran una situación subjetiva de conflicto en la que una mujer ha definirse por la vida o la muerte de su hijo.
Estos son hechos reales y comprobados en el interior de la vida de la mujer embarazada. La pregunta se centra en: ¿Qué hacemos como familias, sociedad, marco jurídico o políticas públicas que impulsan a la mujer a experimentar miedos, frustraciones y violencia por su embarazo?
Otra pregunta crucial en el intento de esclarecer y dar luces frente a la problemática del aborto: ¿Hay una relación causal entre aborto voluntario y problemas psiquiátricos?
Han ido apareciendo correlaciones estadísticamente significativas de riesgo de trastornos concretos: ansiedad, conducta, afectividad. El suicidio femenino es menos frecuente que el masculino y en diversos países de muy diversas culturas un alto porcentaje del total de suicidio femenino corresponde a mujeres que abortaron voluntariamente.
Hay consenso entre científicos serios respecto a que hay una conclusión clara: existe evidencia de un riesgo para la salud psiquiátrica de las mujeres que abortan voluntariamente. Las mujeres que se habían sometido a un aborto han experimentado un 81% más de riesgo de problemas de salud mental, y casi un 10% de la incidencia de problemas de salud mental es atribuible al aborto. El riesgo, entre moderado y grave, es especialmente alto en lo que se refiere a la conducta de adicción y al suicidio.
Por el contrario, no hay ningún dato que justifique que el aborto sea solución terapéutica a las complicaciones psíquicas de la mujer.
Las neurociencias contestan a la razón acerca de qué es lo que causa ese quebranto de la salud psíquica: Son trastornos por la ruptura violenta del vínculo de apego, emocional y cognitivo, que se establece espontáneamente con el embarazo. El cuerpo protesta y no admite la incoherencia de esa violencia y no depende de cultura o convicciones.
Es muy importante dedicar esfuerzos a los cuidados de salud mental de las mujeres que han tenido algún aborto provocado. Es una población de riesgo, que hay que tener en cuenta en las políticas sanitarias. Sin embargo, es más importante y urgente hacer saber a las mujeres la realidad que un aborto provocado implicaría en sus vidas -antes de que se sometan a ello-; así como pugnar por políticas públicas que protejan la y promuevan la vida con ayuda eficaz y verdadera para la mujer embarazada vulnerable.
Es obligación mencionar que hay responsabilidades directas sobre lo que tantas mujeres y sus hijos han padecido por el aborto, y se centran entre todos los que pugnan por hacerlo ver como un derecho humano.