En la actualidad, estamos presenciando el escenario de la aniquilación de los fundamentos del conocimiento y la cultura, dando paso a los prejuicios de una sociedad que busca implantar su idea totalitaria del bien.

Desde el término «el bien» o el «bien común», el maniqueísmo es la premisa de estos grupos. Establecen quiénes son los “buenos” y quiénes los “malos”, decidiendo qué es válido o positivo según sus parámetros morales.

Agreden obras en los museos, censuran la literatura y el cine, y destierran y cancelan a creadores y artistas porque no aprueban su vida privada. La intimidad ha dejado de existir.

Las ideologías del clima, el multiculturalismo y la ideología de género, así como la corrección política, abarcan todos los aspectos de la vida: actúan como juez y verdugo.